Se escapa diligente nuestro mes dorado,
se diluye en la rutina cotidiana
en quehaceres, horarios y trabajos.
Se van a Benidorm los jubilados,
otoñean los que ya todo curraron.
Plenas las viñas
de frutos nuevos,
sabias, exprimidas,
que mutilan los viñedos viejos.
corre su sangre entre los dedos
de las hábiles manos del
jornalero.
Hay que ver la delicia con que
exprimo
la otoñal opulencia de un racimo
para dejar que corra el jugo placentero.
Cestas llenas de alegría,
cepas llenos de dolor.
¡ Vaya hermosura!,
¡vaya color!
Verde, dorado, negro, azulón …
Mosto inocente, vino peleón,
cosecha nueva, catas de autor,
bodegas frías, cubas de roble,
sueño de amor.
M.I.C Septiembre 2012
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