... SEMANA SANTA
Procesión del SILENCIO
Suenan los clarines… ¡que se
oíga el silencio!
¿Jurais? … Siiiiiiiiiiiiiiiiii ,
JURAMOS!
ssssssssssssssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhh
silencio, silencio, silencio …
ssssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhh,
austeridad y silencio.
sssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhh,
ssssssssssssssshhhhhhhhhhhh,
religioso silencio,
ciudad silenciosa,
silencio de hermanos.
Silencio, silencio, silencio…,
sssssssssssshhhhhhhhh,
lento caninar sssshhhh…,
cirios, cirios, cirios…
Soberbia escultura,
sssssssssshhhhhhhh,
corona de soga con largas
espinas
silencio, silencio, silencio…,
ojos entornados, pómulos
marcados,
silencio,
silencio,
silencio,
cascada de sangre al costado,
sssshhhhhh,
iooooooo,
ioooooo,
cirios, cirios, cirios…,
tres clavos de hierro,
ssshhhh,
iooooo,
ioooo,
iooo,
dos sobre las manos,
dedos flexionados,
sshhh,
iooo,
ioo,
io,
… y otro en los
piessssssssssssssssssssssss.
Los sonidos en la Semana Santa
de Zamora son esenciales: cantos corales y gregorianos que sobrecogen, marchas
fúnebres, toques de viático y las “grandes bandas” que dan gran esplendor a las
procesiones. Pero lo más emocionante de la Semana Santa, en Zamora, no es un
sonido, sino su ausencia, EL SILENCIO del miércoles Santo. La Toma del
juramento de silencio, en el atrio de la catedral, que precede a la "Procesión
del Silencio", es emocionante y estremecedor… “El Barandales” y “El Merlú”, son
sonidos propios de Zamora y están enraizados con mi niñez y los recuerdos de
mis primeras procesiones…
Las esquilas que cuelgan pesadas en ambas manos de
Barandales se anticipan al paso de los cofrades y anuncian con su tañido
repetitivo, cansino e incansable, el comienzo de la procesión. El Merlú, de
luto riguroso, rompe el silencio de la noche del Viernes Santo, con el toque de
una corneta con sordina y un tambor destemplado. Un total de 6, las parejas de
congregantes recorren, durante la madrugada, los diferentes barrios de la
ciudad con el fin de reunir en la plaza mayor a los más de 4.900 hermanos que
conforman la hermandad.
Sus quejidos no sólo estremecen el cuerpo, despiertan
el alma dormida y te levantan para llevarte hacia la puerta de la iglesia de
San Juan y poder contemplar el indescriptible sentir de la salida del “Cinco de
copas”….
Mª Isabel Carazo el 14 abril, 2012
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