¡Qué dura la vida de los
trabajadores del Mar!
mar, te prefiero
tranquilo,
lamiendo los arenales y las playas.
Me gustas sereno, cálido, azul,
refrescando los cuerpos
y alimentando las almas.
Si te irritas, me
aterras,
ruges, te elevas,
enseñas tus uñas de espuma blanca
y rompes mi tranquilidad,
contienes mi aliento,
siento frío...
¡Tengo miedo.
M.I.C 11 de noviembre 2011
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