Respira
en los rincones el silencio,
la noche
duerme callada,
viejas
sombras me sonríen
en la
quietud de las ramas.
Jirones
de terciopelo
bajo la
luna de plata,
se
extiende un manto estrellado,
todo está
en calma.
La noche
se colma de horas,
despacio
se acerca el alba,
Insomnio
reina en la noche
erguido como un fantasma.
Ha
llegado por caminos inciertos,
la
decepción y el dolor le acompañan,
viste
retales de pasado y futuro,
la musa
del amor lleva enredada
de rimas
y versos varios
hiriendo
como una daga.
Se
establece en mis dormidas emociones
me
envuelve con su sombra amarga,
desvanece
mis sueños,
se
apodera de mi calma,
espanta
el sosiego.
Nada lo
ahuyenta hasta
que me
bendice el alba
con un
sueño de miel
bajo su eterna mirada.
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